#Testimonio 5# MAITE. TOCA IRSE A CASA CON LAS MANOS VACÍAS.
By SOY LA AMATXU - 16:27
- Hola, Maite, preciosa. Bienvenida.
- Hola, Esther.
- ¿En qué fecha murió tu hijo? ¿Cuál es la fecha en la que debería haber nacido?
- Oihan falleció el día 5 de febrero de 2019. Él debía haber nacido el 6 de junio de 2019.
- ¿ Cómo fue el embarazo?
- A diferencia de mi primer embarazo en el 2015, este iba de maravilla. En el primero tuve diabetes gestacional y me mandaron reposo desde la semana 20 de gestación por amenaza de parto prematuro por cuello uterino corto.
- ¿Cuál fue el motivo de su fallecimiento? ¿Qué sentiste como amatxu que te alertase de que algo no iba correctamente?
- El día 3 de febrero por la noche notaba la tripa más dura y con necesidad de tumbarme. Pero no estaba cómoda de ninguna manera hasta que sentí ese primer chorro de líquido caliente. Había roto aguas y sólo estaba de 22+6. Llegamos a Cruces y desde el principio nos lo pintaron muy mal porque era una rotura franca de bolsa.
Hice reposo en cama esos 2 días sin moverme con la esperanza de que algo de líquido regenerase pero el martes día 5 me puse de parto. Oihan era muy inmaduro aún y al de pocos minutos de nacer, falleció. El motivo exacto en la autopsia fue un pequeño derrame por la fragilidad de sus vasos.
- ¿Cómo fue el parto?
- El parto fue corto pero intenso. Me pidieron sentarme porque llevaba mucho tumbada y así comenzaron las contracciones. Bastante intensas desde el principio. Yo sentía que iba rápido. Pedí que me bajarán al paritorio y al llegar me tumbaron porque me mareaba del dolor. En nada sentí que quería empujar y ya estaba dilatada. Tumbada de costado y con un pujo nació Oihan. Fue un parto natural como queríamos, al igual que con su hermana Ziara, a diferencia de que esta vez ni su aita ni yo pudimos mirar; sólo nos agarramos de las manos y nos miramos fijamente a los ojos. Se lo llevaron de inmediato y no sabíamos lo que iba a pasar. Al de un tiempo entró todo el personal para darnos la noticia de que Ohian no había podido salir adelante.
- ¿Cómo fue el trato en el hospital? ¿Os informaron de todo correctamente?
- El trato en el hospital fue muy bueno. Desde el principio nos informaron de todo. Subieron las pediatras para hablar con nosotros de las pocas esperanzas que teníamos. No nos ofrecieron apoyo psicológico pero el personal sanitario estaba muy sensibilizado. Tal vez, y después lo comenté con la gine, me hubiera gustado que me preguntasen sobre ese parto; que me contasen qué protocolo se iba a seguir; ya que en mi primer parto tenía todo organizado en el plan de parto. Esa desinformación me hizo sentir mas miedo a la hora de dar a luz.
- ¿Qué siente Maitetxu al llegar a casa sin su bebé y ver sus cositas?
- Cada cosa que sucedió tras el parto no era lo esperado y eso me iba matando por dentro. Desde que te dan las pastillas para cortar la leche, toca irse a casa con las manos vacías y llegar a casa sin él. Mi ama se había encargado de retirar sus cosas pero ver el armario vacío no fue menos doloroso. Sólo me aferraba a los recuerdos que en el hospi nos habían dado. Su pijamita y gorrito; sus huellas...
- ¿Os ofrecieron en el hospital verlo? ¿Decidisteis hacerlo?
- La pediatra nos preguntó si queríamos verlo y nuestra primera respuesta fue un NO. Dolía demasiado. Pero después mi marido Euken quiso verle y yo tampoco podía no hacerlo. Nos dijeron que era muy bonito y que le iban a vestir con su pijamita y nos lo traían. La verdad, era precioso, muy chiquitín y parecido a su hermana. Lo tuvimos en brazos, nos sacamos fotos con él y cuando nos vimos con algo de fuerzas les avisamos de que vinieran sabiendo que ya no íbamos a estar más con él. Fue durísimo pero me alegro de haberle visto y tenido en brazos.
- ¿Estás en tratamiento psicológico? ¿En qué o quiénes te apoyas para sobrellevar el duelo? ¿Acudes a grupos de duelo?
- Lo más duro fue el no dormir. Todas las noches y sobre la misma hora de la madrugada se reproducía todo otra vez en mi cabeza y era revivirlo una y otra vez. Comencé a tomar medicación para poder dormir. Mi gran apoyo fueron mi marido y mi hija y, por supuesto, la familia. Me ayudó muchísimo el grupo de Duelo de Centro Maya y gracias a Carmen contacté con Iruña, la psicóloga perinatal a la que acudimos los siguientes meses.
Otro gran apoyo fue mi amiga Amaia a la que llame nada más dar a luz. Ella había pasado por esto 8 años atrás en su primer embarazo cuando con 39 semanas Eider se quedó sin latido y tuvo que dar a luz.
- ¿Te sientes arropada en este gran mundo de soledad y vacío?
- Tengo la suerte de estar rodeada de buenas personas y me he sentido muy arropada. Aunque siempre aparece gente que pronuncia esas frases que tanto nos duelen en esos momentos tan vulnerables, y aprendes a valorar y dar importancia a quien realmente la tiene.
- Pregunta libre. ¿Qué te gustaría reivindicar o añadir?
- Lo dicho anteriormente. Está claro que nadie está preparado para pasar por esto pero para mí el estar informada me da tranquilidad y me hubiera gustado que me explicasen un poco más a la hora del parto. Tampoco fue nada agradable en el mismo paritorio tener que tomar decisiones tan repentinas sobre autopsias, tanatorio... Pienso que esos trámites deberían de esperar.
- Háblanos de tu hija.
- Por suerte para nosotros, tenemos a Ziara. En el momento del nacimiento de Oihan tenía 3 años. Y vino al hospital desde el primer momento. Se metía conmigo en la cama y era el mejor ratito para mí. Ella también vivió su duelo ya que quería mucho a su hermanito, lo había sentido y visto en las ecografías. Se lo contamos como buenamente pudimos dentro de su razonamiento y nos ayudamos de cuentos.
Ahora estamos embarazados de nuevo. Estoy ya de 25 semanas pero el embarazo no está siendo nada fácil. Ya sabíamos que el miedo iba a estar bastante presente. Pero además, físicamente estamos teniendo varias complicaciones. El cuello del útero se ha ido acortando progresivamente por lo que tengo que guardar mucho reposo y hemos estado a punto de tener que hacer un cerclaje.
La espera se hace muy larga y no vemos el día de poder tener en brazos a Elaia.
- Muchas gracias, Maite, por compartir tu testimonio, la historia de Oihan. Te deseo que el embarazo de Elaia vaya lo mejor posible. Un abrazo enorme. Abrazo tu miedo también.
- Espero haberme expresado bien, Esther. Me he emocionado mucho respondiendo a tus preguntas. Qué labor más bonita estas haciendo al compartir nuestros testimonios. Un beso y un abrazo enormes.
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