# Fragmento 8 # 30.09.2019 # LA CUNA VACÍA. ESA SITUACIÓN QUE NINGUNA MADRE QUIERE AFRONTAR.
By SOY LA AMATXU - 18:03
Dice Alejandro Palomas en "Un amor" que "aunque no todos los recuerdos son buenos, todos pesan, todos vuelven y siguen respondiendo, atentos, cuando un olor, una sombra o un color tocan la tecla adecuada, y un fogonazo de pasado resucita también lo oscuro." Y esto es así desde que el mundo es mundo. Hoy necesito hablar de la cuna vacía, de mi cuna vacía o, mejor dicho, de la cuna que debería haber llenado mi hijo y no puedo ser.
Es terriblemente curioso como un detalle se acaba convirtiendo en señal. Ayer, mientras organizaba mi bullet journal para esta semana en la habitación de Ager, que como ya he contado previamente, es donde he instalado mi escritorio, estaba pensándole, conectando con él, recordando, escuchando una playlist de guitarra acústica que me ayuda a concentrarme y a despejar la mente, y de pronto, zas, sentí una sacudida en el alma. Comenzó a sonar una nana (también en versión acústica) que Ager y yo escuchábamos durante el embarazo, porque otra cosa no, pero hablarle y ponerle música era algo diario. Me quedé paralizada y lo único que pude hacer fue dejarme llevar, pararme a sentir y dejar que las lágrimas rodasen por mis mejillas.
Estuve un buen rato reflexionando; cómo cambian las cosas en tan poco tiempo, allí, recluida entre esas paredes donde debería estar acunando a mi bebé, vacía, destrozada, y echándole tanto de menos; esta situación que ninguna madre o padre imagina, para la que no se siente preparada. Y aquí es donde radica la ilusión, porque no sabes cómo va a ser tu hijo y no tiene libro de instrucciones, pero vas aprendiendo sobre la marcha con pasión, con ilusión; pero cuando te lo arrebatan del vientre, ya no hay hueco posible para ilusionarse, sino para la desesperanza.
Quizá hoy estoy más meláncolica de lo normal y sí, lo confieso, me puede la nostalgia. Se cumplen seis meses desde que dejó de latir, y el cuerpo tiene memoria, porque hoy me siento especialmente triste. Todos los días le pienso, y le siento, pero precisamente hoy también me roza la pena y la vulnerabilidad. Cómo se puede extrañar tanto.... Recuerdo que al llegar del hospital sin él no podía entrar a su habitación y ver sus cosas, y ahora es donde me refugio. He abierto una caja con varios regalitos que nos envió mi grandísima amiga Raquel; qué bonito todo, qué buena persona, qué maravilla de amiga... Lo abrimos mi marido y yo unos días después de haber perdido a Ager, y nos emocionamos muchísimo; hoy lo he vuelto a hacer: abrirlo y emocionarme.
Es impactante ver esa cunita sin que nadie la llene, y en cambio los armarios estén repletos de su ropita; y va pasando el tiempo, los días se suceden costosos y sempiternos, pero al recordar, al detenerme a afrontar los recuerdos, percibo que sigue siendo igual de doloroso. Cuándo dolerá un poquito menos...
Hijo mío, espero que estés celebrando tu sexto cumplemes con una gran fiesta allí arriba.
* Te quiero siempre *