#Testimonio12 # MIRIAM. SALÍ DEL HOSPITAL TOTALMENTE ANULADA COMO PERSONA.
By SOY LA AMATXU - 6:58
- Hola, Miriam. Qué bien que hayas decidido compartir tu testimonio.
- ¿En qué fecha murieron tus hijos? ¿Cuál es la fecha en la que deberían haber nacido?
- Bruno y Luna nacieron el 10 de Noviembre del 2018, en la semana 23+2 de embarazo, y la fecha de parto era el 7 de Marzo del 2019.
- ¿ Cómo fue el embarazo?
- El embarazo fue muy bien, sin problemas, ni náuseas ni dolores.
Al ser un embarazo gemelar y por FIV fue llevado de riesgo en el Hospital de Cruces.
Mi gran temor era que fueran prematuros, y se cumplió.
- ¿Qué sentiste como amatxu que te alertase de que algo no iba correctamente?
- Ese día estaba muy fatigada, con molestias en la tripa, no estaba a gusto sentada y tenía que moverme cada 2x3, pero pensé que sería normal.
Vivo sola, y mi hermana decidió quedarse a dormir conmigo para estar más tranquilas. Por la noche las molestias seguían, y algo en mi interior me dijo que eran contracciones. Desperté a mi hermana y nos fuimos para el Hospital.
- ¿Cómo fue el trato en el hospital? ¿Te informaron de todo correctamente?
- Nada más llegar comenté a las enfermeras que estaba con contracciones cada poco tiempo, en todo momento me dijeron que era IMPOSIBLE, que eran dolores normales del embarazo. Después de esperar 40min, me pasaron con la gine y me dijo lo mismo de muy malas maneras, en la eco estaban colocados en la parte baja de mi tripa y lo vio normal. Me pusieron un paracetamol por vena, y como nadie me dijo que tenía que verme de nuevo la gine, 1h después sin tener noticias por parte del personal, busqué a la enfermera para que me quitara la vía y nos fuimos para casa, convencida de que era todo normal. Una hora después estaba de vuelta en el hospital de parto.
Durante mi ingreso no aplicaron el protocolo, y estuve en una habitación con una "mamá feliz".
En la UCIN se portaron muy bien, soy mamá soltera, y dejaron a mi hermana estar conmigo en todas las decisiones. Mis padres que estaban de vacaciones en cuanto llegaron por la noche les dejaron pasar a ver a Luna fuera del horario de visitas. Fueron todo facilidades.
¿Cómo fue el parto?
- Rompí aguas y desde ese momento apareció un equipo médico que no me dejo sola. Recuerdo pensar "¿por qué no me atendió uno de estos en urgencias?" y la mano de una enfermera que no me soltaba. La gine que me atendió en urgencias la primera vez que fui, sólo se le ocurrió decirme "aunque te hubieras quedado el resultado hubiera sido el mismo", creo que mi cara le sirvió de contestación, no la volví a ver más. Pedí intimidad porque había demasiada gente en el paritorio, y se quedó el personal necesario.
Estaba en shock, y aún sabiendo que un bebé ya estaba saliendo pedí una cesárea para que fuera todo rápido, no quería sufrir más, no hacían más que decirme que la supervivencia de los peques era inviable, que me hiciera a la idea.
El parto de Bruno fue durísimo, me tapé los ojos y los oídos, y aún así le oí llorar y se me rompió el alma. Murió 30 minutos después de nacer, sus pulmones no aguantaron.
El parto de Luna fue diferente, el hecho de haberme despedido de Bruno lo cambió todo, viví cada contracción, sentí cómo iba saliendo, y fue precioso. Luchó hasta el final, pero 4 días después tomamos la decisión de desconectarla, tenía secuelas irreversibles en su cerebro. Nos dieron la oportunidad de bautizarla e intimidad para despedirnos de ella toda la familia junta.
- ¿Qué siente Miriam al llegar a casa sin Bruno y Luna, y ver sus cositas?
- Salí del hospital totalmente anulada como persona, el sentimiento de culpa era tan grande, sólo pensaba que "por haberme ido se habían muerto." Podían haber frenado el part".
No tenía su habitación preparada, y las pocas cosas que tenía las guardaron.
- ¿Te ofrecieron en el hospital verlos? ¿Decidiste verlos?
- Hubo una doctora que me recomendó ver a Bruno, no recuerdo ni las veces que me lo dijo, pero tenía tanto miedo de verle, no sabía cómo era, qué decirle a mi niño. Pedí permiso para que salieran mis hermanos para verle y hacerle una foto. Y las palabras que me animaron fueron "Miri, tienes que verlo, es precioso pero pequeñito".
A Luna me la trajeron en la incubadora, mi pequeña guerrera.
Me siento afortunada por haber tenido la oportunidad de oír, ver y despedirme de Bruno; y de poder disfrutar de Luna, de hablarla, cantarla, besarla y sobretodo que el día que la desconectamos al ponerla en mi pecho se tranquilizó, me agarró, y pude sentir su corazoncito y su respiración durante 40 minutos.
- ¿Estás en tratamiento psicológico? ¿En qué o quiénes te apoyas para sobrellevar el duelo?
- Nada más salir del hospital solicité una psicóloga en la pública, pero lo único que me ofrecieron fue una charla con una psiquiatra de cinco minutos, tres ansiolíticos diarios y una pastilla para dormir.
Mi gran apoyo fueron mis padres, mis hermanos y mi perrita, que desde que volví a casa no se separó de mi.
Después de terminar con el papeleo, pedí a mis padres y a mi hermana irnos fuera, necesitaba escapar donde no me conociera nadie.
En Febrero llegó el momento de buscar una psicóloga privada que me recomendó dejar los ansiolíticos, y sacar todo lo que tenía dentro.
- ¿Acudes a grupos de duelo?
- Una amiga de mi hermana le comentó que había un grupo de duelo en Bilbao, que eran "puro amor". Mi hermana contactó con el Centro Maya, y por fin encontré lo que estaba buscando: apoyo, comprensión, escuchar a gente que había pasado por lo mismo y sobre todo, sentirme mamá y poder hablar de mis hijos, porque fuera muy poca gente me lo reconocía.
- ¿Te sientes arropada en este gran mundo de soledad y vacío?
- En mi entorno me encontré de todo, gente que me decía que me olvidara de ellos, que tirara todo y no recordara porque me hacía más daño. Comentarios como "ha sido lo mejor que podía pasar"; "al menos no los has tenido en casa" ; "ya tendrás más".
En el trabajo, cuando volví de la baja maternal, aún sabiendo que volvía en marzo, ni mis compañeros ni mis jefes tuvieron el detalle de facilitarme la vuelta, mesa vacía, no tenía ni silla para sentarme, ni tuve trabajo durante semanas porque mi sustituta seguía haciendo mi trabajo, y ni sé las veces que oí "Miriam, no estabas preparada para volver". Hubo compañeros que me preguntaron por mis hijos, no sabían que habían muerto. Y en RRHH me dijeron que lo que había tenido no lo consideraban hijos porque no habían pasado 9 meses en mi tripa - en mi trabajo mandan ramos de flores a las mamás cuando nacen sus hijos y tenemos una revista donde publican los nacimientos - Entonces entendí porque de mí no se habían acordado.
¡¡Fue un auténtico desastre!!!
- Después de su muerte, ¿has tenido más hijos?
- Volví a intentarlo en abril, y no hubo suerte. Fue un palo muy grande para mi familia.
Os cuento, un mes después de morir mis niños, a mi padre le diagnosticaron un cáncer de próstata "sin riesgo"; le operaron un mes después, y todo fue bien. En Febrero su salud empeoró bastante, y en abril después de semanas de pelear para que nos hicieran caso, a mi me decían que estaba paranoica después de lo que me había pasado. Tuvimos el diagnóstico: cáncer de estómago con un pronóstico muy malo.
Así que ese intento de abril era nuestra esperanza de tener noticias buenas después de tanto drama.
Un día antes de morir mi padre, murió en Septiembre, me llamaron para el último intento que me quedaba en Osakidetza, y mi padre con una gran sonrisa me dijo "Hija, ¡este va a ser el bueno!"
En el primer cumple de Bruno y de Luna aunque no lo sabía, estaba embarazada de mi arcoíris.
Estoy de 17 semanas, es un niño, y aunque no está siendo nada fácil emocionalmente, es mi pequeño milagro que nos ha devuelto la sonrisa en casa.
En una de las revisiones tuve la suerte de coincidir con Jorge Burgos, el ginecólogo que en junio vino a la reunión del Centro Maya junto con Leire, y por fin tengo una explicación de lo que me pudo pasar, cuello del útero corto, y me llevarán de nuevo en Cruces como un embarazo de riesgo para evitarlo de nuevo.
- Pregunta libre. ¿Qué te gustaría añadir?
- Ha sido el año más duro de mi vida, y en mi caso encontrar refuerzos positivos son un pilar fundamental para seguir adelante.
Dar las gracias al grupo de whatsapp del Centro Maya, que aunque no participo mucho os leo siempre, y sois un gran apoyo.
Y sobre todo darte las gracias, Esther, porque como ya te dije leer tus reflexiones, los testimonios y vivencias del resto de compañeras son vida para mí.