#Testimonio20 # CRISTINA. NO ME INFORMARON DE NADA MIENTRAS QUE MI MARIDO ESTABA EN NEONATOS.
By SOY LA AMATXU - 16:21
Hola, Esther. Hace un tiempo que leo tu blog y sigo tu historia. Sería genial poder contarte mi historia en detalle y compartir experiencias contigo.
Hola, Cris. Bienvenida a este rinconcito. ¡Adelante!
¿En qué fecha murió tu hija? ¿Cuál es la fecha en la que debería haber nacido?
Mi hija Ane nació el 21 de agosto de 2019 y murió 18h después de nacer, el 22 de agosto. La fpp era el 12 de agosto pero se retrasó bastante y cuando estaba de 41 + 2, me provocaron el parto. Nada indicaba en ese momento que todo iba a tener ese final tan inesperado.¿Cómo fue el embarazo?
El embarazo fue la alegría más grande del mundo ya que veníamos de una trayectoria muy difícil para conseguirlo. Después de años intentándolo, nos decidimos a ir a una clínica de fertilidad para ver qué sucedía y después de varias pruebas, intentos y de un proceso muy duro, logramos el ansiado embarazo de Ane. A partir de ahí, todo el embarazo fue estupendo. Pude estar muy activa y no tuve ninguna complicación.¿Cuál fue el motivo de su fallecimiento? ¿Qué sentiste como amatxu que te alertase de que algo no iba correctamente?
Durante el embarazo nada me alertó ya que todo fue bien hasta después del parto. Ninguna prueba anterior pudo detectar el problema de Ane. El parto fue complicado y después de nacer, comprobaron que la niña no respiraba bien. Yo no puede estar con ella ya que se la tuvieron que llevar rápidamente a neonatos y una vez allí, comenzó la pesadilla. Ane tenía hipertensión pulmonar causada por una malformación en los conductos que conectan el corazón con los pulmones. Esto provocaba que el cuerpo no se oxigenara y que tuviera paradas cardíacas. Ella luchó mucho durante esas horas que pudo estar con nosotros pero, por desgracia, tras varias paradas cardíacas, no pudo superarlo.
¿Cómo fue el trato en el hospital? ¿Te informaron de todo correctamente?
El trato después del parto fue muy confuso… Yo estuve sola en una sala de recuperación y no me informaron de nada mientras que mi marido estaba en neonatos con la niña sin saber nada de mí. Fueron momentos terribles y los recuerdo con mucha ansiedad. Una vez me llevaron a planta, fui a la misma habitación en la que había estado antes del parto, junto con otra mamá que había tenido a su hija hacía poco. Fue horrible. Mi familia no sabía dónde estaba yo ya que por protección de datos, no les decían nada, pero gracias a la insistencia de mi madre y a un familiar de mi compañera de habitación que salió a reclamar a algún sanitario una solución, lograron encontrarme. A partir de ahí, todo la atención mejoró y me llevaron a otra habitación solo para mí. El resto de días que estuve ingresada, las atenciones fueron muy buenas y estuvimos muy acompañados e informados.
¿Qué sientes tú al llegar a casa sin tu bebé y ver sus cositas?
Esa duda la medité mucho durante el ingreso y lo hablé mucho con mi marido. La primera vez que me lo planteé fue a los dos días y la reacción fue de querer que se lo llevaran todo lejos antes de que yo llegara a casa. Se lo comuniqué así a mi marido y él lo aceptó, pero me alegro en el alma de que él me planteara otra opción no tan “radical”. Yo sabía que ver sus cosas en casa iba a ser durísimo para mí ya que lo habíamos planeado todo muchísimo, así que decidimos que fuera él a recogerlas junto con mi hermana y guardarlas en nuestro camarote para poder verlas o volver a colocarlas cuando quisiéramos. Sé que esa decisión fue la correcta ya que al poco tiempo quise bajar alguna cosita para tenerla cerca.
¿Fue parto vaginal o cesárea?
El parto fue por cesárea. Todo comenzó como un parto inducido normal, pero en la dilatación comprobaron que la niña venía boca arriba y por eso iba a ser más complicado. La matrona intentó darle la vuelta en cada pujo pero, después de varias horas, no lo consiguió. Finalmente decidieron cesárea y cuando te dan esa noticia, el mundo se te viene encima, pero todo fue muy rápido y casi no te da tiempo a pensarlo.
¿Te ofrecieron en el hospital verla? ¿Decidiste hacerlo?
El personal del hospital de neonatos fue estupendo y nos trataron con mucho respeto. Mi marido estuvo con la niña en todo momento y yo pude bajar a verla mientras estaba en la incubadora. Al estar con la cesárea y no poder moverme, ellos me bajaron en la camilla y movieron cielo y tierra por facilitarnos todo.Cuando todo se complicó, una pediatra y una enfermera nos informaron de todo y nos recomendaron que la acompañáramos a pasar sus últimos minutos… todo sonó terrible pero en ese momento sale la fuerza que crees que no tenías. Agradecemos en el alma que nos dijeran eso porque fue el momento más especial de nuestra vida. Pudimos estar con ella, abrazarla, besarla… Las familias pudieron entrar a despedirse y nos hicieron algunas fotos. Las enfermeras nos ayudaron a recoger sus huellas y nos dieron su gorrito y su cordón. Estos detalles hacen que el duelo se lleve mejor.
¿Estás en tratamiento psicológico? ¿En qué o quienes te apoyas para sobrellevar el duelo? ¿Acudes a grupos de duelo?
Después de salir del hospital, nos ofrecieron acudir a un grupo de duelo llamado "Brazos Vacíos", pero tardamos unas semanas en querer acudir. La primera cita fue con una enfermera especialista en duelo perinatal pero no congeniamos mucho con ella y aunque fuimos una vez más, decidimos que eso no nos estaba ayudando. Posteriormente he acudido al grupo de duelo del Centro Maya en Bilbao y he realizado varias sesiones con la psicóloga del centro, Iruña Arancibia. Solo puedo tener palabras de afecto hacia ellas ya que son un apoyo estupendo y saben actuar con todo el sentimiento del mundo cara a estos procesos de duelo silenciado.
Las amistades han sido muy importantes en nuestro proceso y hemos tenido el apoyo de mucha gente estupenda que han sabido estar ahí cuando lo hemos necesitado.
Por otra parte, esta experiencia me ha hecho conocer a madres maravillosas que han pasado por lo mismo y son mi red de confianza.
¿Tienes más hijos o has tenido más hijos tras la pérdida?
No, Ane por ahora es hija única. Siempre hemos querido tener más hijos así que la opción de ampliar la familia, no está descartada.
¿Te sientes arropada en este gran mundo de soledad y vacío?
La verdad es que nosotros hemos tenido mucha suerte y muchas personas de nuestro entorno nos ha apoyado muchísimo. Es cierto que hemos tenido y tenemos reacciones de todo tipo. No podemos pretender que tod@s reaccionen como nosotros queremos porque sabemos que el duelo perinatal es un duelo silenciado. A nadie le gusta hablar de bebés que mueren durante o después del embarazo. Es muy duro pero no por eso hay que taparlo, al revés, hay que hablarlo para que los padres podamos sentir que otras personas importantes en nuestra vida, también lo tienen presente. Ya es duro tener que llevar el proceso, como para que el resto intenten tapar tu llanto o tus palabras con frases desacertadas. Aún queda mucho camino por hacer para que estos duelos se tengan en cuenta como lo que son: la muerte de un hij@.
Por otra parte, está el caso de no poder registrar a los bebes en el Libro de familia. Eso me parece terrible e inhumano. Nosotros pudimos hacerlo pero otras familias tienen el sufrimiento extra de lidiar con esas trabas administrativas. Hay que decir que el papeleo que hay que hacer a nivel institucional para registrar el nacimiento, la defunción, el permiso de maternidad-paternidad, etc. no ayuda nada. Tienes que pelear todo demasiado y en general hay cero empatía.
¿Qué te gustaría reivindicar o añadir?
Como he comentado antes, hay un largo camino aún para humanizar este duelo. Está claro que es complicado cambiar la percepción sobre este tema a todo el mundo y tampoco es eso lo que se pretende, pero creo que deberíamos empezar por cambiar los protocolos en los hospitales ya que es el primer contacto que tienen las madres y los padres que pasan por algo así. Después de escuchar y leer bastantes testimonios de madres en duelo, he visto que dependiendo de donde vivas, existen muchas diferencias en el trato recibido. Una muy buena amiga que he tenido la suerte de conocer en este proceso y que vive en Irlanda, me contó cómo fue su proceso allí tras la muerte de su bebé y vi que las cosas pueden ser muy muy diferentes si nos lo proponemos. Algo que me impactó y creo que puede ser valioso para formar un duelo sano, es que ellos pudieron tener a su hijo en la habitación varios días gracias a una cuna térmica, también pudieron bañarlo y vestirlo y toda su familia y amigos pudieron estar acompañándoles en estos momentos mágicos. Creo que formar este tipo de recuerdos en una experiencia tan triste y complicada, hace que puedas recorrer el camino con mucha más luz.
Gracias, Cristina, por haber dado visibilidad a la historia de Ane.